Hace 20 años, todo parecía estar en crisis. Ahora Andes Talleres es un club de exhibición en Mendoza. Walter Fernández salvó al club de la desaparición como presidente y ahora deja el cargo.
10.03.2021
El club estaba en un estado de abandono total. Quinchos incendiados. Servicios esenciales cortados: agua, luz y gas. Empleados con un atraso en sus sueldos de 6 meses, convocatoria de acreedores y una deuda que ascendía a 3 millones y medio de dólares y sólo 70 socios activos. El Club Mendoza de Regatas en su visión de expansión debido a su masa societaria, estuvo a dos firmas de lograr una fusión que terminaría en absorción a los pocos días.
Signorelli, su fiel compañero
En la asamblea de socios apareció por primera vez el nombre de Walter Fernández, que asumió la presidencia. Como fiel compañero, se unió Ramón Signorelli, un dúo que representa el regreso de los Matadores. "Muchísimas personas de mi entorno me dijeron que no entendían dónde me metía. Sin embargo, hablé con Ramón (Signorelli), me costó convencerlo, pero arrancamos y acá estamos", dijo en el Diario Los Andes.
Desde hace diez días Fernández ya no es presidente: "Me cuesta mucho lo debo reconocer, pero queremos dejar un club ordenado, modelo y faltan horas para la asamblea. Por esta razón, aún continuamos trabajando. Miro el club, veo todas las actividades y sentimos una satisfacción muy grande." Lo tiene claro: "Si las canches de Andes Talleres están repletas de niños y jóvenes, cumplimos el prinicipal objetivo de todos."
Jugadores y ex grandes de todo el club dieron las gracias al veterano presidente, entre ellos el internacional Darío Giménez: "Gracias por hacer de mi club mi segunda casa! Siempre estuviste ayudando y mejorando nuestra segunda casa y cada año que vuelvo la veo siempre mejor en todo sentido!"
Eduardo Godoy, el Secretario de la institución, es el nuevo presidente ya.
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