El hockey sobre patines, como todos los deportes, presenta algunas lesiones como las más comunes dentro de su práctica. Los porteros sufren de rodilla y, a menudo, del hombro. Los jugadores presentan problemas en la muñeca, en la espalda, pero hay una lesión que es la más común de todas: la pubalgia. 

Se trata de dolor en la zona de la ingle, pubis o parte inferior del abdomen, que aumenta con la práctica deportiva. Hay movimientos típicos del hockey sobre patines, como frenadas o arranques repentinos sobre los frenos, que potencian esta molestia. Por eso, una vez diagnosticada la pubalgia por parte de un profesional, el remedio más efectivo es dejar de practicar la actividad hasta que la molestia desaparezca. 

La pubalgia como objeto de estudio

Recientemente, un grupo de investigación de la Universidad de Oviedo (España), realizó un estudio donde se obtuvieron resultados que han ayudado a entender mejor esta lesión. Recogieron datos de 251 jugadores de España que participan en las ligas nacionales de categoría senior (Ok Liga, Ok Plata y Ok Bronce).

Midieron los siguientes indicadores: las tasas de deportistas lesionados anualmente, la prevalencia de la lesión, la fuerza de los músculos aductores y la función percibida en jugadores con y sin pubalgia. Observaron tasas anuales de lesionados preocupantes, ya que un 35% de jugadoras y 40% de jugadores habían sufrido pubalgia al menos una vez durante la temporada pasada (2020-2021). Además, un 9% de jugadoras y el 25% de los jugadores se vieron obligados a parar de jugar por culpa de esta lesión. 

En lo que respecta a la fuerza y la función, no se encontró relación entre tener menos fuerza de aductores y haber sufrido pubalgia la pasada temporada. Por el contrario, aquellos jugadores que sí la habían sufrido, percibían que tenían una peor función, aunque esto no se puede traducir en que el rendimiento de los jugadores fuese peor.

Conclusión

Por tanto, se puede concluir que la pubalgia es una lesión muy frecuente en el hockey patines, y es más típica en chicos. Aunque no existe relación con lesionarse y tener déficits de fuerza, sí la hay entre percibir una peor función y haberse lesionado previamente, lo que sugiere que los jugadores no están recuperados al 100% de casos pasados de pubalgia.