Marc Juliá del Reus Deportiu se dio un tiempo para charlar con Patines y Chuecas de lo que serán esos nuevos episodios hockísticos, matizados con la impronta de la “Nueva Realidad”.

Marc, ¿en qué forma te afectó este período de obligada para por la pandemia?

Fueron casi tres meses, pero lo llevamos bastante bien. Unos días en casa le hacen bien a la sociedad, porque el hecho que haya mucho movimiento y la gente va con demasiada prisa, creo que tenemos que bajar un poquito la velocidad de la vida porque vamos demasiado rápido.

¿Y en el plano hockístico cómo sobrellevaste esos meses de encierro?

El problema que tuve fue el viernes 13 de marzo cuando estábamos a punto de entrenar y nos dijeron que nos fuéramos a casa. La verdad es que no tuve tiempo ni para cogerme los patines. Me fui a casa, pensando que sería sólo algunas semanas. Allí entrenaba con bambas (obstáculos), además que Luis Rodero me envió por correo un stick y una pelota para poder tocarla un poco. La verdad es que sólo hice físico, lo que nos puso bastante fuertes.

Una cosa compensa la otra, entonces. Menos patín pero más preparación física…

Sí, sí. Perdimos calidad pero mejoramos para hacer la foto del verano.

Pero al volver a las prácticas con patines lo hicieron bajo estrictos protocolos sanitarios…

Sí, correcto. La Federación Española nos ha pasado un protocolo de cómo tiene que ser y la verdad es que es bastante estricto. Tenemos que estar en el banquillo con las mascarillas, tenemos que entrar incluso al pabellón todos juntos en el equipo, el equipo contrario tiene que entrar también junto, no puede entrar uno por uno, hay que entrar y salir todos juntos. Tampoco, cuando estamos calentando no podemos pasar a la otra mitad de la pista. Más vale prevenir que curar, y eso es bueno siempre.

Por lo menos, ustedes como jugadores tienen toda esa disposición para cumplir con esos protocolos por el propio bien y por el bien del espectáculo…

Sí, la verdad es que tenemos mucha suerte. El Reus está todo el día mirando los protocolos que están saliendo, los decretos y la verdad es que nos estamos comportando muy bien.

En lo estrictamente deportivo, eres referente del Reus. ¿Cómo tomas este desafío?

La verdad es que creo que en el equipo hay muy buenos jugadores, hay muchos referentes. Mucha calidad, también. De hecho, está de vuelta Raúl Marín. Lo tomo con mucha naturalidad, me gusta mucho un poco dirigir al equipo en la pista. Estoy contento, con mucha energía para poder empezar este año y estamos preparados para jugar este domingo ante el Noia para que los primeros tres puntos se queden en casa.

Al respecto, ¿cómo te defines como jugador?

Creo que soy un jugador bastante desequilibrante, que le gusta ir a portería. También, bastante asistente. Pero dentro de la locura me gusta siempre estar ordenado, porque creo que tácticamente tienes que saber dónde ponerte en cada momento y a partir de ahí siempre atacar. Finalizar, asistir, jugar en las zonas de adelante. Disfruto haciendo esto y creo que ésa es la clave.

¿Lo anterior lo heredaste, un tanto, de tu paso en el hockey italiano?

La verdad es me fue muy bien ir ahí, porque dicen que en España es mucho más táctico y en Italia, mucho más anárquico. Creo que me fue bien porque cogí un poco la rienda de ir a hacer muchos contrataques sin avisar mucho, se me dio muy goleador. Después de los dos años en Italia, que fueron espectaculares, cogí bastante confianza y estos años en el Reus también estoy muy bien de cara a portería. Pero la verdad es que en Italia es un hockey muy atractivo y, sobre todo, que la gente de allí vibra mucho. Tengo la suerte de jugar en el Reus, uno de los mejores del mundo, y que además tiene una de las mejores aficiones. Eso cuando eres jugador y tienes el calor de tu afición es brutal y juegas aún mejor, siempre.

¿Cuál es la filosofía del Reus Deportiu? ¿Cuál es el ADN reusense?

El Reus, aparte que siempre tiene que ganar, su ADN es atacar. Atacar, atacar y atacar dentro de la táctica, pero siempre ir adelante. Nunca dejar que el equipo contrario tenga más posesión, sino que siempre ir de cara, encarar, presionar la pelota, estar encima del otro, intentar que el rival no respire. Creo que ésa es la filosofía del Reus, atacar todo lo que se pueda y, sobre todo, disfrutar que también es una de nuestras características principales.

Eso denota que cuentan con un buen plantel para cumplir con esa presión durante todo el partido…

Tenemos una plantilla bastante larga y nos puede ayudar bastante. Pero todos los equipos top de hoy presionan toda la pista, todos tienen ocho hockistas que pueden jugar 30 minutos por partido. La verdad es que tienes que estar físicamente y sobre todo, cuando pierdes la pelota, reaccionar rápido y desactivarte. Dicen que el ataque comienza cuando tú presionas defendiendo.

Además de la OK Liga, ¿cuáles son las opciones del Reus en la próxima Liga Europea?

Cuando salió el sorteo creo que todos quedamos ostia, porque es verdad que el Barcelos y el Oliveirense son equipos top de Portugal y además está el primero de Francia. Creo que no nos tenemos que preocupar, la gente se tiene que preocupar de venir aquí a Reus a ganar y nosotros iremos con la filosofía nuestra, siempre con humildad y a por todas. Como el año pasado, que en la Copa de Europa en la Fase de Grupos eliminamos al campeón, el Sporting de Portugal, creo que este año todos los equipos nos respetamos mucho. Y de estos que hay en el grupo, creo que el equipo que tiene más nombre históricamente es el nuestro.

Finalmente, ¿cómo se vive el hockey allá en Reus?

Ostras, es una pregunta difícil pero a la vez muy fácil (sonríe), porque en Reus se vive mucho el hockey. En la calle te saluda la gente, la verdad es una pasión. Aquí, como en otros sitios se vive mucho el fútbol o el baloncesto, se vive a hockey y se nota desde que sales al pabellón. Se es bastante conocido, y no se trata de una ciudad pequeña, sino que de una urbe de 105 mil habitantes. La verdad es que una de las cosas por las que me vine al Reus, aparte de lo que es el club grandísimo, ya me decía la gente que es un sitio espectacular para vivir y para jugar. La verdad es que todo eso se nota. Y da mucha alegría todo esto.