En el inconsciente colectivo está instalada la idea de que los niños y adolescentes de hoy son el futuro de nuestro planeta. Prácticamente, nadie se opone a esta hipótesis y, en consecuencia, todo adulto trabaja para que su hijo, o cualquier niño familiarmente cercano, tenga una formación y educación adecuada para hacerse con las herramientas que le permitan alcanzar objetivos a lo largo de su vida. 

El deporte no escapa a esta teoría. Tarde o temprano, los equipos que apuestan por sus juveniles, trabajan a conciencia y ponen el esfuerzo en ello, terminan gozando de resultados fructíferos. Y, especialmente, el Hockey Breganze lo entiende y aplica a la perfección. 

El nombre detrás del resultado

El equipo de la región de Véneto puso sus ojos en Néstor Perea. Se trata de un entrenador con vastísimo recorrido en el hockey de su país, Argentina, pero también a nivel internacional. Pero, más allá de sus éxitos, lo que sedujo a la institución fue la sana obsesión de Perea, de lograr que los equipos mayores cumplan sus objetivos gracias a los valores formados en sus categorías juveniles. En eso, Perea es un especialista y, como entrenador, ha pasado por la evolución completa de un jugador, algo que Breganze ha sabido reconocer.

El premio

Como lo reconoció la Federación Italiana al publicar los resultados del premio Angelo Sinico. Es un premio que se da en toda la región del Véneto, en Italia. Se suman los puntajes de todas las categorías de un club. Sirve para medir el resultado del trabajo realizado en juveniles. 

Néstor Perea es coordinador general de todas las categorías, pero dirige Under 19, serie B y A2, y trabaja en conjunto y armando plan de trabajo acompañando a los otros entrenadores. "La categoría mayor del Breganze tiene a todos los jugadores surgidos en el club, salvo Ramiro Torres. Ese es el objetivo de la institución, trabajar con todos los jugadores del club y ascender". 

Trabajar con jóvenes no es fácil porque hay otras cosas que enseñar, más allá del hockey: "Con los juveniles, uno tiene que ser un formador, desde todo punto de vista. No solo a nivel de hockey, sino también a nivel de hábitos deportivos, disciplina, conducta, compañerismo, etc.. Y eso es lo que trabajamos en el club, y lo estamos cambiando. Me gusta mucho formar a los jugadores, llevarlos por el buen camino".

Sin embargo, la mayoría de los clubes, en sus divisiones máximas, se dedican al traspaso de jugadores. "Es muy común en los equipos que compiten como el Forte dei Marmi, Trissino, Valdagno, etc.. Son equipos que tienen el cupo de extranjeros ocupado al límite y, aparte, con jugadores que no son de la base del club. Entonces dejan de lado a un jugador que viene desde abajo, con talento, por traer jugadores extranjeros, o bien italianos, pero ya consolidados. No apuestan a la base del club. Nosotros queremos ascender este año, traer dos o tres extranjeros nada más, y competir". Más allá de que la última campaña fue positiva: "En la temporada nos fue muy bien y hubo un amplio crecimiento de los jugadores en todos los aspectos": 

"El objetivo de ascender estuvo casi conseguido. Además, en Under 19 perdimos la final con Sarzana. Fuimos muy competitivos, se trabajó muy bien y de forma muy profesional. Hicimos todo con lineamientos y planificaciones adecuadas de acuerdo a la categoría y a la división que cada entrenador tenía. Breganze es una potencia del hockey italiano a nivel de inferiores. Tenemos muchos jugadores que, en poco tiempo, van a resurgir en una categoría mayor". 

Aunque no es tarea fácil. Muchas veces una determinada división de un club no tiene el número suficiente de jugadores. "En categoría A2 tengo 5 jugadores de esa categoría. Pero el resto son todos Under 17 y Under 19". 

Con sabor a poco pero con mucho hambre. Así terminó la temporada para el Breganze, que se prepara sin fichajes de otros equipos, pero con la llegada de jugadores juveniles, para lograr el ascenso en la próxima campaña.