"Quiero volver a cogerle amor al hockey"

A sus 32 años, Luis Miguel Martínez sigue escribiendo una de las páginas doradas del hockey sobre patines colombiano. El oriundo de Manizales terminó su sexta temporada en el Lyon, para poner punto y final a esa etapa, y sumarse al Merignac.

En esta primera entrega, hablamos de los detalles de su relación con su anterior club, las expectativas que tiene con el Merignac y, sobre el final, nos metemos en aspectos de su vida personal como su perseverancia para aprender francés, y también para desarrollarse en su carrera profesional.

Han sido muchos años en el Lyon. ¿Qué recuerdos te llevas?

Como siempre he dicho y seguiré diciendo, lo más lindo que deja el hockey son las amistades. Me quedo con tantas personas que pasaron en mis 6 temporadas porque, la verdad, fueron muchos los jugadores que venían y se iban, pero son amistades que trascienden fronteras y empatizan contigo por la situación en la que estás.

¿Cómo se dio el fichaje para el Mérignac? ¿Estabas buscando un cambio? ¿Qué objetivos tienes con el equipo, y a nivel personal?

El club de Merignac llevaba buscándome hace ya unas temporadas, ofreciéndome un proyecto interesante. Pero mi corazón estaba en Lyon, hasta esta temporada, donde la verdad todo cambió, más que todo temas administrativos que al final tienen incidencia directa y afectan los proyectos deportivos, malas gestiones que te hacen sentir que ya no eres de acá. A pesar de estar 6 años, y pese a que cada temporada hubo jugadores que iban y venían, yo seguía firme. Justo, de los últimos partidos que tuvimos de este año, Merignac, y tuve un buen desempeño, marqué dos goles, y fue justo terminar en campeonato y ya tenía nuevamente una nueva propuesta de su parte. Me explicaron que querían ser ambiciosos en un nuevo proyecto deportivo donde podía encajar perfectamente. A nivel personal, primero quiero volver a cogerle el gusto y amor al hockey, que estuve perdiendo en mis últimos meses en RHC Lyon. Sentir esas lindas sensaciones de estar en una cancha y sobre unos patines, y sobre todo, seguir retándome a mí mismo de mejorar. Con el equipo, queremos llegar lo más alto que se pueda, va a ser una temporada exigente, un equipo completo, al que cada uno llega a ganarse su cupo dentro de una competencia sana, y en donde tendremos un calendario bien cargado.

Desde que llegaste a Europa, ¿cómo ha sido tu experiencia a nivel idioma, trabajo? ¿Has podido desarrollar tu carrera de arquitecto?

A nivel de idioma, siempre es difícil el choque, porque a pesar de que había estudiado un poco el idioma antes de venir, te encuentras una realidad totalmente diferente y te das cuenta que, literal, no entiendes nada. Cuando decidí venir a Lyon, había arreglado trabajar en una panadería y no tenía ningún problema con eso, siempre he sido de las personas que hay que hacerle a todo. Pero, cuando llegué, tuve la fortuna de trabajar como arquitecto, diseñador, y aprender sobre una rama nueva en proyectos de estructuras. Eso fue una gran escuela para mí a nivel laboral y social, porque no es lo mismo trabajar en español y en Colombia, que trabajar en otro idioma y en otro país. Pero es como todo, depende como te puedas adaptar y salir de tu zona de confort. Siempre he sido muy autodidacta, entonces recuerdo mucho, al inicio, llegar de entrenar y ponerme a estudiar francés. Me tocaba también, no solo aprender a decir “Bonjour” o “merci”, sino también a estudiar vocabulario técnico de mi trabajo y aprender un programa que había estudiado en la universidad pero en español, así que todo un reto. Luego, cada situación que me iba pasando a nivel profesional, me fue encaminando hasta poder crear mi propia empresa y trabajar como autónomo en el viejo continente. Eso sí, tuve que sufrir hasta lo peor, como trabajar durante meses y no recibir tu paga. Pero todo ha valido la pena. Ahora trabajo desde casa, puedo ir al gimnasio tranquilamente y en la noche entrenar.

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