El defensa de Maçanet acaba de renovar con el Reus una temporada más. Tiene 35 años y asegura mantener la energía a pesar de su larga trayectoria.
22.07.2020
El Reus anunció hace unos días la continuidad de Romà Bancells (Maçanet, 1985) la próxima temporada. Una renovación a 365 días vista, sin más ataduras que un curso. Y eso que hace unos meses parecía casi imposible que el defensor continuara de rojinegro. La llamada del Oliveirense, uno de los clubs más poderosos del mundo a nivel económico, hizo tambalear su futuro, aunque la operación no fructificó. El Reus estuvo a tiempo de retenerle. «Es verdad que me llamó un equipo portugués y cuando eso ocurre puede pasar de todo tal y como está el hockey actual. Siempre he tenido claro que para marcharme, la propuesta tiene que ser irrechazable. Por eso creo que Reus es el mejor sitio donde puede estar y me siento feliz de seguir en el club», reconoce el mismo jugador.
El de Maçanet no se trata de un novato en la élite. Acumula méritos y experiencia, con 17 años en la máxima categoría. De rojinegro sumará su cuarta aventura y se mantiene como uno de los ejes de un plantel que va a necesitar de sus servicios, sobre todo a nivel de equilibrio y de ritmo de juego. Jordi Garcia, su entrenador, le considera pieza fundamental para un nuevo proyecto que recupera jugadores del tamaño internacional de Raúl Marín. Precisamente, la renovación de Bancells y la incorporación de Marín se convierten en los hallazgos más lujosos del Reus para este nuevo desafío.
Romà Bancells no ha perdido ni un gramo de apetito, conserva el afán de superación a pesar de tanto tiempo peleando por los grandes objetivos del hockey europeo. «Me siento con energía para seguir compitiendo. Me sigue divirtiendo ir a entrenar y cada partido es un reto para mí. Supongo que al ser tan autoexigente me ayuda a seguir con entusiasmo». De exigencia, pocos entienden más que el defensa. «Me cuesta mucho salir de los partidos satisfecho con mi actuación, aunque luego hablo mucho con Jordi y puedo darme cuenta de las cosas. En casa, mi pareja también me ayuda a no pasarme conmigo mismo».
El caso de Bancells responde al de un deportista profesional con mayúsculas. Para el jugador, el entrenamiento no termina en la pista. «He aprendido a cuidarme, a saber que el entrenamiento también está en la buena alimentación, en el descanso y en una buena recuperación. Soy jugador de hockey 365 días al año. Si no fuera así, creo que sería imposible mantener el nivel a mi edad». Con 35 años, el protagonista acepta con buen tono la propuesta de sola una temporada que le ha ofrecido el club. «Me parece bien porque a mi edad sé que es más el día a día que no los contratos largos. Me permite no estar ligado y ver cómo me siento a final de temporada para decidir».
La exigencia colectiva
El nuevo Reus de Jordi Garcia, que arranca este mediodía la pre-época, va a volver a codearse con la exigencia de los grandes títulos, aunque su presupuesto no se parece en nada al de los grandes miuras del continente. «Es cierto que no tenemos los recursos de los clubs del fútbol, pero la presión por ganar es mucho mejor que la presión por no bajar. En mi primera temporada en la OK Liga con el Maçanet, nos salvamos a 10 segundos del final del último partido y creo que eso marcó mi carrera. Si llegamos a bajar no sé qué hubiera pasado».
Sobre la fecha de caducidad, el jugador tiene claro que “»a marcará el entusiasmo. Ahora mismo me siento con energía, con ganas de volver a competir, pero no sé qué pasará dentro de unos meses. No me planteo el largo plazo y sí el día a día». La renovación de Romà Bancells permite que uno de los clásicos de la OK Liga vuelva a exhibir su hockey en un campeonato que ha ganado en igualdad con el regreso de algunos jugadores de las ligas internacionales. Bancells, en cambio, resiste al paso del tiempo.
Fuente: Marc Libiano, diaridetarragona.com
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